COMUNICADO
No somos un protectorado, colonia ni un Estado Asociado de Estados Unidos
Aprobado
en la clausura del Foro Social Panamá
Ciudad
de Panamá, 15 de agosto de 2020.
Con un lenguaje típico del periodo del protectorado oligárquico que se impuso en nuestro país, junto al enclave colonial, una buena parte del siglo veinte, un alto funcionario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone “alertó” a Panamá sobre la contratación de médicos cubanos y anunció el viaje de también asesor de Seguridad Robert O´Brien acompañado de un grupo de funcionarios estadounidenses a nuestro país, el próximo lunes 17 de agosto. La agenda tratará además de temas económicos, asistencia de salud, de seguridad nacional y financiera.
Llama la atención varios
detalles que no pueden pasar desapercibidos. Primero que Panamá fue sancionada
por el Grupo de Acción Financiera Internacional, poco antes del ascenso del
Presidente Laurentino Cortizo y ahora, e hizo que la Unión Europea la
incorporara a su lista negra. En esta ocasión le ofrece al gobierno panameño
gestionar que Panamá sea excluida de la lista gris del GAFI.
El otro detalle, lo es la
participación en esta misión a entrevistarse con el Presidente Cortizo, del
Comandante Craig Faller, jefe del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos.
El contexto de esta visita
se caracteriza, por la ofensiva neomonroista desatada por la actual
administración de Washington contra la región, arreciando el bloqueo a Cuba, alentando
golpes de Estado como en Bolivia, Nicaragua y Venezuela. Sirviéndose de
gobiernos sumisos y cobardes como los que
integran el llamado Grupo de Lima para apagar toda iniciativa democrática en
Venezuela, como lo es el llamado a desconocer las próximas elecciones
parlamentarias, asfixiando instituciones democráticas en Ecuador, desconociendo
los resultados electorales como en Honduras, judicializando la política en
Brasil y apoyando el desmantelamiento de la UNASUR, el debilitamiento de CELAC,
mientras logran imponer con el servicio de gobiernos colaboracionistas, al Secretario
General de la OEA.
El pasado 12 de agosto, el
presidente Cortizo anunció al país que “estamos
tratando de llegar a un acuerdo con los médicos cubanos para fortalecer a los
trabajadores de la salud”. Esta disposición de aceptar la cooperación con
cualquier país para enfrentar la pandemia, especialmente cuando se presenta una
situación alarmante de contagiados y de fallecidos, que tiende a agravarse por la
imposición del capital privado y las políticas económicas neoliberales. Similar posición debería sostenerse soberanamente
con respecto al acceso a las vacunas, cuando estén disponibles y aceptadas por
su seguridad y eficiencia.
El injerencismo de
Washington resulta paradójico, cuando realiza grandes negocios, comparten
avances tecnológicos libremente y reciben ayuda humanitaria de la República
Popular China y de Rusia, en medio de la crisis sanitaria del Covid-19.
Condenamos de manera enérgica,
la intromisión en los asuntos internos de Panamá, que es una Nación Soberana, que
toma estas decisiones en función del Interés nacional y el bien común de los
panameños.
De parte del gobierno
nacional esperamos que sostenga una posición digna y no se deje presionar por
la comitiva estadounidense.
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